De su mochila extrajo una colección generosa de casetes con carcasas de colores diversos: algunos lucían etiquetas borrosas, otros simplemente no llevaban nombre alguno.
_ Pura música chingona. _ Me aseguró, mientras al hablar salpicaba mayúsculas gotas de saliva como si se le desbordara la emoción. No dudó en compartirme su tesoro musical pero me pidió que se los devolviera apenas terminara de oirlos.
Mi sorpresa fue mayor cuando, al insertar uno de los casetes en la pequeña grabadora color roja comenzaron a sonar canciones de Bob Marley, Rod Stewart, Phill Collins y algunos otros (puros temas en inglés). En particular me recomendó un casete -su preferido dijo- de cubierta negra, maltratada y sucia. Dude que funcionara, lo coloqué en la casetera y presioné la tecla de reproducción, enseguida se escuchó Blowin´ in the wind de Bob Dylan con una calidad de sonido extraordinariamente limpio, muy parecido a un original; toda la cinta tenía melodías del compositor estadounidense.
Nunca supe si Maticuti sabía a quienes escuchaba cada vez que usaba su colección. Lo que sí intuí es que tenía buen gusto musical, tal vez porque se echaba sus "viajes" -de esos que no requieren maleta- y en el camino había aprendido a afinar el oído .
PD. A propósito que Bob Dylan gana el premio Nobel de Literatura 2016.
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